El diseñador mexicano radicado en la ciudad de Milán, Italia, describe, a través de su trabajo, una visión contemporánea de México, su país de origen, donde experimenta la fusión del folclor con una atmósfera cosmopolita y sofisticada.
Andrés Caballero Macuil nació en Tlaxcala y estudió diseño de modas en la Universidad Jannette Klein, en ciudad de México, donde en el 2001 tuvo la oportunidad de viajar al prestigioso Istituto Marangoni de Milán, que cambiaría radicalmente su visión del diseño hasta establecerse en la ciudad y crear su marca San Andrés Milano.
Gracias a su participación en 2012 en “Who is on Next?”, Andrés Caballero obtiene reconocimiento mundial, que le abre las puertas a mercados como Rusia, Medio Oriente y Asia.
Definitivamente, es como un libro. Es como ir escribiendo un diario. Va cambiando, va evolucionando. Me acuerdo cuando salí de México, venía con una idea de descubrir lo que era el prêt-à-porter italiano. Cosa que me enamoró desde un principio. Luego me fui a estudiar también a París, Alta Costura, y ahí también me pude empapar de la moda francesa.
Creo que hasta el 2012 que participé en Who is Next? y conocí a Franca Sozzani, que era la directora de la revista Vogue en esa época, y vio mi trabajo, me dijo: “Danos esa parte de México que solo tú puedes ver”.
Ahora, incluso, estoy haciendo colecciones genderless. Creo que es interesante que cualquier persona pueda usar las prendas sin importar su género, Me di cuenta de que necesitaba crear colecciones más universales, ergonómicas y cómodas para todos los cuerpos.
El año pasado, empecé un proyecto en México llamado Comuna MX, un grupo de creativos en Tlaxcala. Siempre he querido aportar a mi país y llegué a la conclusión de que necesitaba una red de personas que incluyera diseñadores, fotógrafos, ilustradores, escritores, entre otros. Nos asociamos con un diseñador tlaxcalteca y abrimos este espacio en Tlaxcala. Hemos estado en contacto con el Gobierno Estatal y las Secretarías de Cultura y Turismo. La idea es usar este espacio para hacer proyectos que combinen el arte con la moda, y exponer estas piezas con diseñadores locales en la Ciudad de México.
Siempre fue importante aprender el estilo de la moda italiana y tener la capacidad de construir las prendas desde cero, con un enfoque artesanal. Ahora, todo ese conocimiento lo aplico en mis colecciones que han desfilado en el Fashion Week de Milán. Luego implementé detalles de la indumentaria mexicana, traducidos desde un punto contemporáneo, y enfoqué mis estudios de Alta Costura en París. Con el tiempo, todo ese aprendizaje lo transformé en productos internacionales inspirados en México. No fue solo querer inspirarme en la cultura mexicana, sino retomar mis orígenes como modista. Ahora, todo ese conocimiento lo aplico en mis colecciones.
Vengo de una familia orgullosamente matriarcal. El aprendizaje artesanal fue siempre un punto de fuerza. Desde ese ejemplo de esfuerzo de mi mamá, tía y abuela, aprendí a construir las cosas, desde el patronaje hasta el corte, coser y terminar la prenda, es algo que valoro mucho. Este enfoque artesanal y detallista, que en parte viene de mi entorno familiar, me permitió integrar elementos de nuestra indumentaria mexicana en detalles. Retomar mis orígenes, trabajando en el taller de manera manual y artesanal ha sido crucial en el desarrollo de mi estilo.
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