La Ciudad de México, con su inmensa diversidad y rica herencia culinaria, se distingue no solo por su comida cotidiana que puedes encontrar en locales o puestos callejeros, sino también por sus restaurantes emblemáticos. Entre ellos, algunos han perdurado a lo largo de los años como auténticos símbolos de la ciudad, ofreciendo una fusión de historia, tradición y excelencia gastronómica. A continuación, destacamos algunos de los imperdibles que debes conocer o reconocer en tu próxima visita.
Ubicado en una antigua casona colonial, Hacienda Los Morales ha sido uno de los pilares de la cocina mexicana tradicional desde 1967. Famoso por su ambiente elegante y su extenso menú que celebra los sabores nacionales, es el lugar ideal para probar un buen mole poblano, carnes asadas o una cochinita pibil. Su arquitectura y su ambiente de hacienda transportan a los comensales a épocas pasadas, convirtiéndolo en una visita imprescindible para conocer la historia culinaria de México.
Ubicado en el barrio de la colonia Cuauhtémoc, Les Moustaches es un restaurante de cocina francesa que ha conquistado a generaciones de comensales por su ambiente refinado y su exquisita oferta gastronómica. Fundado en 1974, su menú incluye clásicos franceses como escargots, coq au vin y tarte tatin, en un ambiente acogedor que hace sentir a los comensales como en un bistró parisino. Es el lugar perfecto para quienes buscan una experiencia gastronómica europea en el corazón de la Ciudad de México.
Este restaurante, uno de los más famosos de la capital, destaca por su comida mexicana auténtica, especialmente sus chilaquiles y tamales en el desayuno. Desde su apertura en 1969, El Cardenal ha sido un lugar popular para disfrutar de una comida de calidad, con una carta que celebra los sabores tradicionales de México. Su sencillez y la calidad de sus platillos lo han convertido en un favorito tanto de locales como de turistas.
Famoso por ser un pionero en la introducción de la cocina china en México, Hunan es un referente para los amantes de la gastronomía oriental. Con su inauguración en 1993, este restaurante ha logrado combinar la tradición de la cocina china con los sabores e ingredientes locales. Sus platillos, como las laminillas de pato ahumado, salteados con vino de arroz, jengibre y cebollin o sus dumplings de carne, son un excelente ejemplo de cómo los sabores internacionales pueden adaptarse a los gustos mexicanos.
En el sur de la ciudad, Hacienda de Tlalpan ofrece un ambiente tradicional con un enfoque en la cocina mexicana de alta calidad. Su cocina, basada en recetas ancestrales de diversas regiones de México, es famosa por sus carnes y sus salsas. Este restaurante, con más de 50 años de historia, tiene un aire rústico y acogedor que lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de una comida en familia o con amigos, en un entorno lleno de historia.
Uno de los restaurantes más
emblemáticos de la ciudad, La Ópera
es conocido tanto por su oferta
gastronómica como por su historia y su
impresionante arquitectura. Ubicado
en el Centro Histórico, su decoración ha
sido testigo de momentos cruciales de la
historia de México, como la Revolución
Mexicana, — pregunta por el balazo de
Pancho Villa —. Su menú, con platillos
típicos de la cocina mexicana y opciones
internacionales, se complementa con su
ambiente clásico y elegante. Pide su Gin
tonic y Tartar de carne.
Especializado en cocina japonesa, es un restaurante que ha dejado una huella importante en la gastronomía mexicana, al introducir el sushi y otros platillos nipones en el paladar local desde 1970. Con su alta calidad en ingredientes y su ambiente sofisticado, Suntory es el lugar perfecto para quienes desean disfrutar de una auténtica experiencia japonesa en la ciudad.
Este restaurante abrió sus puertas en 1936 y es uno de los grandes referentes de la cocina europea en la Ciudad de México. Danubio ofrece un menú basado en platos tradicionales de la gastronomía europea, con especialidades como sopa de cebolla, filete Wellington y pavlova. Su sofisticado estilo y su servicio impecable, han convertido a Danubio en un sitio de referencia para los amantes de la alta cocina europea.
Reconocido como uno de los mejores restaurantes de la Ciudad de México, Nicos se especializa en la reinterpretación de la cocina mexicana tradicional. Fundado por María Elena Lugo y su esposo en 1957, su hijo, el chef Gerardo Vázquez Lugo, le dio enfoque en la excelencia de los ingredientes y la innovación en la cocina mexicana. Con un menú que incluye platillos como tacos de camarón y sopa de frijoles, Nicos ha logrado poner la cocina mexicana en el centro de la escena culinaria internacional. Imperdibles sus Chiles en Nogada.
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