Con un equipo curatorial completamente nuevo, la próxima edición de la feria se perfila como un punto de inflexión en su historia. “La edición 2026, que se realiza del 4 al 7 de febrero, será un paso firme en la evolución de la feria”, afirma Zélika García, directora y fundadora de ZONAMACO. “Contaremos con un equipo curatorial renovado —con figuras como Aimé Iglesias Lukin en ZONAMACO EJES, Manuela Moscoso en ZONAMACO SUR, Cecilia León de la Barra en ZONAMACO DISEÑO, Esteban King en ZONAMACO Arte Moderno, Luis Graham en ZONAMACO Foto y el binomio de Alfonso Miranda y Mario Uvence en ZONAMACO Salón del Anticuario— lo que le dará una energía fresca. Será una edición con propuestas curatoriales que marcarán la conversación”.
Desde su fundación, ZONAMACO ha sido clave en la consolidación del ecosistema artístico mexicano. “Las ferias son nodos vitales: permiten que galerías, artistas, coleccionistas e instituciones se conecten”, explica. “En el caso de ZONAMACO, su papel ha sido fundamental para fortalecer el coleccionismo en México y abrir camino al arte latinoamericano en la escena global. Con la visión de curadores como Lukin o Moscoso, logramos que esos discursos circulen más allá de nuestras fronteras y se posicionen en el mapa internacional”.
En un contexto de transformación para el mundo del arte, las galerías se están adaptando a nuevas formas de exhibición y comercialización. “Están experimentando con nuevos formatos, narrativas y formas de acercarse a distintos públicos. Hoy combinan lo físico con lo digital, lo comercial con lo experimental. ZONAMACO ofrece un escenario para mostrar esa dinámica, y el acompañamiento de sus curadores ayuda a darle un espacio a esas propuestas”, asegura su fundadora.
De cara a 2026, el enfoque curatorial y comercial de la feria se sigue afinando. “Nuestro objetivo es mantener un equilibrio entre lo comercial y lo curatorial. Queremos que los coleccionistas encuentren piezas de alto valor, pero también que descubran propuestas que cuestionen y expandan sus horizontes. Después de veintidós ediciones, la feria sigue siendo un espacio donde tradición y contemporaneidad encuentran un diálogo”.
ZONAMACO también continúa siendo un semillero para artistas emergentes. “Son una parte esencial de lo que hacemos. Muchos de los artistas que hoy circulan a nivel internacional comenzaron en ZONAMACO. Nuestro equipo curatorial está muy atento a las voces emergentes y representativas de este momento. Eso les da la oportunidad de conectar con coleccionistas y curadores de todo el mundo y de proyectar sus carreras más allá de México”.
Para García, el papel de la Ciudad de México como epicentro artístico no es casualidad. “Porque la Ciudad de México es hoy un polo cultural global. Cada febrero, se convierte en un punto de encuentro para instituciones, coleccionistas y artistas de distintas latitudes. Consolidar ferias como ZONAMACO significa mantener ese flujo, darle visibilidad internacional a nuestra escena y reafirmar a México como el epicentro del arte en Latinoamérica”.
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