Pocos destinos evocan el espíritu de escape como lo hace Puerto Escondido: salvaje, radiante y cargado de riqueza cultural. Y pocos lugares reflejan ese espíritu con tanta simplicidad y elegancia como Hotel Terrestre, el refugio autosustentable de Grupo Habita que redefine lo que significa desconectarse de verdad.
Ubicado entre las imponentes montañas de la Sierra Madre y el océano Pacífico, Hotel Terrestre es una propiedad completamente alimentada por energía solar, diseñada como una extensión viva, que respira su entorno natural.
No es solo un hotel: es una invitación multisensorial a desacelerar, sincronizarse con el sol y recalibrar la forma en que experimentamos el mundo.
Arquitectura en Armonía
Concebido por el reconocido arquitecto Alberto Kalach y construido íntegramente con materiales locales, Terrestre fusiona tierra, ladrillo, madera y concreto en estructuras que se sienten tanto ancestrales como vanguardistas. Su estética minimalista se basa profundamente en las tradiciones arquitectónicas mexicanas, al tiempo que empuja los límites del diseño sustentable.
Métodos pasivos de enfriamiento eliminan la necesidad de aire acondicionado, y los espacios abiertos invitan a un diálogo constante con el paisaje. Un Mundo Privado Cada una de las catorce villas es un refugio íntimo, con alberca privada, jardín, regadera al aire libre y terrazas que se extienden hacia el Pacífico. Puertas de madera con celosías y amplios ventanales disuelven la frontera entre interior y exterior, mientras que las texturas terrosas y los elementos artesanales—curados por las interioristas Fernanda Romandia y Diana Backal—generan una elegancia cálida y acogedora. El mobiliario hecho a la medida por el reconocido diseñador mexicano Óscar Hagerman completa esta experiencia inmersiva.
Rituales de Descanso
Más allá de las villas, los espacios comunes invitan al huésped a una conexión elemental. Relájate en el spa hexagonal, sumérgete en las aguas meditativas del baño de inmersión, o visita el hammam escultórico, donde cámaras de vapor, agua fría y caliente despiertan los sentidos.
Disfruta de la gastronomía al aire libre en el restaurante abierto, donde platos de temporada con influencias mexicanas y mediterráneas se preparan con ingredientes locales y se sirven con vistas a las montañas y al mar.
Hotel Terrestre es más que un lugar para dormir: es un lugar para despertar. Para levantarte con el sol, respirar con los árboles, bañarte a la luz de la luna y recordar los ritmos que la vida moderna ha silenciado. Ya sea que busques un escape restaurativo, un refugio romántico o una reconexión profunda con la naturaleza, Terrestre ofrece un tipo de lujo poco común: el lujo del silencio.
Esto no es solo estar off-grid. Esto es verdadera reconexión.
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