Desde sus primeros recuerdos en Zihuatanejo, Guerrero, hasta su fascinación por el arte y la cultura mexicana, esta artista ha recorrido un camino lleno de pasión y dedicación. A través de su estilo único, influenciado por el surrealismo y las tradiciones de su tierra natal, ha logrado hacer una conexión especial con el público europeo, llevando a París la esencia de México. En esta entrevista, nos cuenta su proceso creativo, sus influencias y cómo ha logrado llevar la belleza de su país a los museos más importantes de Europa.
Crecí en Zihuatanejo. Mi mamá es de la CDMX y cada verano nos llevaba a los museos de la ciudad. Cuando tenía siete años, nos llevó al Museo Mural Diego Rivera. Para mí, fue más impresionante que ir a Disney. No podía entender cómo una sola persona podía haber pintado todo eso. El uso del color y el detalle en cada personaje me impresionaron. Después de esa visita, yo quería saber todo sobre esa persona. Mi mamá me compró un libro de Diego Rivera, ahí descubro que él había estado un tiempo en París y comenzó mi curiosidad por el arte y por París.
Busco compartir la cultura mexicana a través del arte, darle un espacio a la mujer y crear un lazo de realismo mágico a través de la belleza del folclor mexicano. Para mi obra utilizo una técnica mixta, me gusta mezclar óleo, acrílico, acuarela, pastel y colores al lápiz. La gama de colores casi siempre está inspirada en las flores, me gusta pensar que la naturaleza creó las combinaciones de colores perfectas. Depende de mi estado de ánimo si la obra que imagino es en papel, acuarela o en un lienzo. Mis favoritos son los lienzos grandes, aunque cuando estoy de viaje hago la primera versión en pequeño.
Llegué a París hace 8 años para hacer una maestría en fashion business. Aunque el arte siempre ha sido mi pasión, tuve una época donde sentía que no podía dedicarme únicamente al arte. Así que vine a hacer una maestría. Gracias a esta experiencia, logré crear contactos y comenzar a dedicarme al 100% a mi pasión. Actualmente, trabajo y colaboro también para marcas de lujo como Dior, Chanel, Guerlain, Melgar, entre otras.
México es un lugar surrealista, mágico, lleno de humor y cultura. Creo que estoy enamorada de mi país y, a través del arte, mi único objetivo es que la gente se enamore también de él. Actualmente, estoy trabajando en una colección de obras que retratan el duelo migratorio. Me gustaría exponerlas en 2025 y, claro, estoy en diversos proyectos con el Instituto Cultural de México en Francia, algunos museos de París, entre otras cosas.
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